En Rednutricion sabemos que una alimentación sana debe estar siempre complementada con una eficiente rutina de ejercicios, sin embargo, para muchos el ritmo laboral y el poco tiempo que éste nos deja hace que estas prácticas sean imposibles de realizar.
Es por esto que a continuación te presentamos una serie de ejercicios que puedes hacer, tanto en tu trabajo como en tu lugar de estudio para que así no descuides tus obligaciones y equilibres tu alimentación con un sana rutina, teniendo en cuenta siempre que al saber tu genotipo habrán ejercicios que serán más o menos adecuados para ti.
1. Antes de comenzar a hacer ejercicios debes eliminar cualquier tipo de tensión. Para conseguir esto lo mejor es que subas tus hombros lo que más puedas, para luego mantenerlos en esa posición por unos segundos y finalmente relajarlos llevándolos a su posición inicial.
2. Con las palmas de tus manos en una silla, reposando tu espalada en ella, y con los pies en el piso baja los glúteos hasta el final de la silla para luego poner derechos los brazos y volver a la posición de comienzo.
3. Deja que tu espalada toque la pared e intenta mover tus pies dejándolos lo más lejos de ella, hasta que la pared sostenga todo el peso de tu espalda. Para lograr una mejor eficacia dobla tus rodillas en 90 grados. Mantente así por unos segundos hasta que ya no resistas más.
4. De pie pon los dedos apuntando hacia delante. Luego dobla tus rodillas en la dirección de tus dedos hasta que no los puedas ver más y lentamente regresa a la posición de inicio.
5. Para tus glúteos, puedes ejercitarlos sentándote y parándote, manteniendo apretados los músculos por un tiempo para luego relajarlos.
Es importante que al momento de hacer estos u otros ejercicios tengas un calentamiento previo en tu cuerpo, o bien comiences tus ejercicios gradualmente. Y nunca olvides que por muy mínimo que sea tu desgaste, debes recuperar siempre los minerales y el agua que eliminaste durante tu rutina, siendo el agua tu perfecto aliado.