Antecedentes y fundamentos del estudio: Las lectinas son proteínas que se unen de manera selectiva a los carbohidratos y a los restos de los mismos presentes en las glicoproteínas que se encuentran en la superficie de la mayoría de las células. Éstas se encuentran en una amplia gama de verduras y no son degradadas eficientemente por las enzimas digestivas. Además son afines a la superficie de las células epiteliales intestinales, ejemplo de este tipo de lectinas son las presentes en la familia de las leguminosas, las que podrían llegar ser venenosas.
Los síntomas agudos después de la ingestión de lectinas incluyen náuseas, vómitos y diarrea.
La ingestión de lectinas vegetales cocinadas de manera inapropiada puede resultar en desórdenes agudos del tracto gastrointestinal, pero su mecanismo de toxicidad es aún desconocido.
In vivo, las células intestinales epiteliales están constantemente expuestas a estrés lo que lesprovocaría disrupciones en sus membranas. Reparar este tipo de disrupciones hace que las células sobrevivan, pero si falla ésta reparación, las células sufrirán una necrosis y terminarán por morir.
La reparación de la membrana plasmática se relaciona con los mecanismos de exocitosis, la que añadiría una especie de parche en la zona del defecto.
Es un hecho conocido el de que las lectinas inhiben la exocitosis, en base a esta teoría el documento pone a prueba la hipótesis de que la toxicidad de la lectinase debe a su efecto inhibitorio sobre la reparación de la membrana plasmática.
Métodos y conclusiones. Para llevar a cabo la investigación se incubaron células en un panel de lectinas marcadas mediante fluorencia. Entre estas lectinas se encontraban la de Aglutinina de germen de trigo (WGA) y la concanavalina A (ConA).
Después del tratamiento con lectinas de las células modelos cultivadas y de los segmentos del tracto gastrointestinal se evaluó la reparación de las interrupciones de la membrana plasmática y la exocitosis del moco.
Las interrupciones de la membrana plasmática fueron producidas por irradiación focal de células individuales utilizando un láser, o por abrasión mecánica de múltiples células , usando una aguja de jeringa .
Luego fue evaluada la reparación y se descubrió que las lectinas unidas a la superficie de células inhibían potentemente la reparación de la membrana plasmática y la exocitosis de moco que normalmente acompaña a la respuesta de reparación.
Conclusiones: Las lectinas inhiben potentemente la reparación de la membrana plasmática, por lo tanto, son tóxicas para las células dañadas . Esto representa una nueva forma de toxicidad proteica, que se propone, sería la base del porqué el alimentarse con toxinas vegetales puede producir envenenamiento.
Escrito por María Paz Velez, Nutricionista Clínica.