Comer snacks saludables entre las principales comidas, desayuno – almuerzo – cena, se ha convertido en un hábito que cada vez adquiere más y más seguidores. Y aunque la mayoría lo hace para no sentir las molestias provocadas por el hambre, en la práctica hacer de esto una costumbre es totalmente beneficioso para nuestra salud. ¿Te imaginas por qué? A continuación te lo contamos.
Cuando comemos con frecuencia lo que hacemos es estabilizar los niveles de azúcar en la sangre (glucosa), proveyendo consigo energía constante a nuestro cuerpo la cual será utilizada por los músculos y el cerebro. Por otra parte, no dejar de ingerir alimentos durante largos periodos de tiempo nos hace tener un mejor estado de ánimo, y así conseguimos quemar grasas fácilmente debido a la energía extra que tenemos.
Además, se espera que para las próximas comidas la cantidad de alimentos que se van a ingerir serán en proporciones moderadas y equilibradas.
Recuerda que cuando comes constantemente, las comidas que vienen serán siempre en cantidades más pequeñas y haciendo que tu cuerpo no sienta la necesidad de almacenar grasa. Y muy por el contrario, cuando comes poco frecuente y en abundancia, tu cuerpo siente la necesidad de acumular una parte en forma de grasa, por la desconfianza de no volver a recibir comida en corto plazo. Así es que toma consciencia de este consejo y haz de él un hábito a practicar día a día.