En artículos anteriores hemos dicho que las grasas son una gran fuente de energía siempre y cuando sepas cual de ellas consumir. Hoy queremos recalcar la importancia que tienen para nuestro cuerpo, pero sin dejar de mencionar lo cuidadosos que debes ser con su consumo.
Nuestro organismo las necesita, porque son la materia prima tanto de hormonas como de células portadoras de vitamina A, D y E y, por ello, es que existen varios productos hechos a base de aceites vegetales que aportan múltiples ácidos grasos no saturados de suma importancia para tener un correcto funcionamiento.
Sin embargo, abstenerse a un plato que tenga un alto contenido de grasas resulta difícil para nuestro paladar, porque la grasa es portadora del sabor y con los años las papilas gustativas se acostumbran a ella, además, la grasa está oculta en numerosos alimentos, como por ejemplo en quesos, salsas, pasteles, dulces y carnes.
Es importante que disminuyas el consumo de grasas, pero no totalmente y menos ahora en otoño ya que te ayudan a soportar los fríos. Además, debes tener presente que algunos genotipos responden a grasas con alto % de colesterol redistribuyéndolo y no absorbiéndolo en un 100%.
No obstante, si eres de esas personas que les cuenta mucho el renunciar a ellas, piensa que los alimentos ricos en grasa son productos con un alto porcentaje de colesterol, grasa cuyo efecto es perjudicial para la salud de tus las arterias.
ALGUNOS GENOTIPOS responden a grasas con alto % de colesterol redistribuyéndolo y no absorviéndolo en un 100%.