La obesidad se define como la presencia de una cantidad excesiva de grasa corporal, lo que significa un riesgo para la salud. En otras palabras, es una inflamación crónica que se relaciona con diversas patologías como envejecimiento celular prematuro, cánceres, fatigas crónicas, artritis reumatoides y otras más que afectan el estado general de salud tanto de los pacientes adulto mayor como el adulto normal.
Tener una nutrición adecuada, según el tipo de sangre ayuda a reducir los marcadores inflamatorios, lo cual genera un envejecimieto celular saludable. De esto se trata la dieta del genotipo y con los siguientes casos clínicos comprenderás lo favorable que es este plan nutricional para tu organismo.
Fueron ocho las personas que se ofrecieron para llevar a cabo esta evaluación, pero aquí sólo se analizarán cuatro de ellos. Estos voluntarios siguieron las recomendaciones de la dieta un 90% del tiempo, lo cual se considera un alto nivel de adherencia.
Caso # 1 – Tipo de sangre B
Escenario:
Mujer de 52 años de edad. Sus siglas son B.T.
Fecha de inicio:
5 de agosto del 2004.
Condición:
El paciente deseaba aumentar sus niveles de energía y generar una pérdida de grasa. El peso inicial fue de 112 libras.
Plan de dieta:
Se recomendó una dieta basada en su tipo de sangre (B).
A los pacientes de este grupo se les aconseja evitar el pollo, porque éste provoca una aglutinación fuerte en el tracto digestivo. En este caso la mujer previo a comenzar el programa había consumido con frecuencia este alimento. La alternativa para estos pacientes es consumir grandes cantidades de peces.
Los lácteos bien asimilados son el requesón, el queso de cabra, el queso ricota y el yogurt. En cuanto a los almidones, se aconseja consumir mijo, avena, galletas de arroz y pan de arroz integral. El trigo y el centeno son eliminados de la dieta.
La mayoría de las verduras son beneficiosas. Los plátanos, arándanos, piña, uvas y ciruelas son especiales para el tipo B. El tomate, maíz y aceitunas son la excepción.
Por último, beber varias tazas de té verde japonés durante el día es ideal para la pérdida de peso.
Resultados:
Con 55 años, hoy la mujer de siglas B.T pesa 107 libras. Además de seguir los consejos de la dieta incorporó ejercicio físico en su estilo de vida. Los beneficios son un aumento en sus niveles de energía, eliminación de hichazón y una importante pérdida de grasa corporal.
Caso #2 – Tipo B
Escenario:
Mujer de 69 años de edad. Sus siglas son J.H.
Fecha de inicio:
Agosto del 2005.
Condición:
Diabético obeso, con niveles de glucosa de 151 mg/dL a partir de agosto de 2005. Su peso era de 265 libras.
Plan de dieta:
Para esta paciente se incorporaron suplementos como té verde, hierbas anti-inflmatorias, proteínas de suero en polvo, enzimas digestivas y un suplemento de multivitaminas y minerales para la baja de azúcar en la sangre.
Resultados:
La mujer experimentó positivos resultados respecto a los niveles de glucosa en la sangre, así como una mejora de los síntomas de artritis. Los niveles de glucosa en noviembre de 2006 se redujeron a 113,2 mg/dL y el peso disminuyó a 193,25 libras en agosto del mimo año y a 186 libras en enero del 2007.
Caso #3 – Tipo AB
Escenario:
Hombre de 52 años de edad. Su siglas son S.G.
Fecha de inicio:
Diciembre del 2005.
Condición:
S.G. Es un ávido corredor, pero sufre sobrepeso. El peso inicial fueron 194,25 libras y las pruebas que se le realizaron indicaron un alto IMC (Índice de Masa Corporal). Un elevado IMC está relacionado con diabetes mellitus, dislipidemia, hipertensión y diabetes.
Plan de dieta:
El paciente se sometió a una dieta adecuada para su tipo de sangre.
El grupo AB puede consumir carnes en pequeñas cantidades, por ende, las fuentes de proteínas son el pavo, cordero y huevo, así como algunos pescados también. Respecto a los almidones, las fuentes que se recomiendan son el pavo de mijo y el arroz. Afortunadamente, los vegetales son muy beneficios para el sistema inmunológico de este grupo. Comer brócoli, berenjena, ajo, pepino y coliflor son ideales para ellos.
Resultados:
Después de seis semanas, S.G. perdió 15 libras. Su perfil de lípidos mejoró siginificativamente y sin el uso de suplementos.
Caso #4 – Tipo AB
Escenario:
Mujer de 33 años de edad. Sus siglas son R.K.
Fecha de inicio:
Mayo del 2006
Condición:
La paciente sufre una enfermedad llamada “Thyroditis de Hashimoto“, afección autoinmune que ataca la glándula tiroides. Además, ella sufría sinusitis crónica, pérdida de memoria e infecciones del tracto urinario.
Plan de dieta:
Como en los casos anteriores la mujer siguió una dieta basada en su tipo de sangre con la incorporación de un alimento médico dedicado para disminuir la inflamación (proteína a base de arroz).cto
Resultados:
R.K. Experimentó una mejora considerable en sus niveles de anticuerpos antitiroideos, además de una reducción drástica en los síntomas de sinusitis del tracto urinario.